No hubo fiesta: crónicas de la revolución y la contrarevolución
                                            2017
                                                            
                                        
                                            
                            Hace tiempo quería escribir una memoria sobre algunos de mis compañeros que asumieron, por allá en los años ochenta, la militancia en la izquierda armada con el sueño de transformar lo injusto y salvar al mundo, dice su autor; a casi todos los conocí en el movimiento estudiantil de la Universidad de Antioquia o en el trabajo comunitario barrial, a unos cuantos por ser paisanos y a otros por ser familiares. Algunos de ellos, que llegarían a tener mando superior en la guerrilla, murieron en armas; a otros los desaparecieron a pesar de que ya se habían desarmado. A los que sobrevivieron la vida les dio unas vueltas que no podían imaginar. Me dispongo pues a contar esas historias, no sin haberme preguntado cómo: si desde el presente, con las ventajas que da el mirar desde la cima del tiempo, donde lo que parecía tener sentido se ve absurdo, donde lo bondadoso y genuino aparece como un equívoco. O desde el pasado, con la manera que teníamos de entender la realidad y el tiempo, con las decisiones que ellos creyeron ineludibles, en contraste con las de quienes no seguimos su camino, que parecíamos inconsecuentes.